Dos mujeres, una capilla de santa Rafaela y un pueblo generoso con el Cotolengo

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En Benalmádena, dos mujeres, Chari Carvajal Valderrama y MariCarmen Jiménez Tello mueven al pueblo entero a ayudar al Cotolengo de Málaga. Hacen que una capilla dedicada a Santa Rafaela María visite los hogares y con los donativos que les ofrecen, han donaciones a la Casa del Sagrado Corazón, que vive de la Providencia.

Chari explica que desde hace más de 40 años conoce el Cotolengo. «Con una amiga mía, que ya falleció, Trinidad Escobar, éramos muy cercanas a la casa. Íbamos a llevar donaciones de alimentos, ropa y bienes de primera necesidad de todo el pueblo, que cargábamos en nuestro coche y llevábamos a la casa en cuanto podíamos». Quiso la Providencia que llegara a ellas una capilla doméstica, portátil, con una imagen de santa Rafaela Porras y Ayllón, fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón, cuya beatificación se conmemora el 17 de mayo. «Dijimos de llevarla por las casas y con los donativos que nos dan, llevamos dinero y bienes a Casa del Sagrado Corazón», explica.

Cerca del día en que se conmemora el aniversario de la beatificación de Santa Rafaela, han vuelto a visitar la Casa para llevar una donación de parte de la hermandad  del Nazareno de Benalmádena y lo recogido en la procesión de San Isidro, que también reparten con la Ciudad de los Niños y a las familias del pueblo más necesitadas.

Chari y Mari Carmen

La capilla va pasando de casa en casa, y recibe la devoción y oración de las familias. «Cuando una persona está enferma o tiene una intención especial se la dejamos más tiempo, pero suele estar unos dos días. Chari continúa la labor comenzada con Trinidad junto a otra amiga, Mari Carmen. A veces nos lleva más tiempo, pero seguimos acudiendo a la llamada. «Al principio, íbamos, sacábamos a los niños y adultos que podían salir, los subíamos en el coche, los llevábamos al puerto de Málaga, al de Benalmádena, a merendar… Ahora somos más mayores, yo acabo de operarme, cuido a mi madre y sólo podemos seguir acudiendo para llevar el donativo de santa Rafaela y lo que podemos aportar desde el pueblo. «Es muy bonito ver como aquí las personas tienen el corazón con el Cotolengo de Málaga. A lo mejor cuando llega Navidad, a una persona le toca la “devuelta de la lotería” y nos dice: “mira, me han tocado 100 euros, y te lo doy para que lo lleves allí”.

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